En diciembre de este año los reflectores del mundo estarán puestos en el Sureste
y Tabasco tendrá la mejor oportunidad para explotar su potencial
ERNESTO SANABRIA A.
Cuna de la cultura madre de Mesoamérica, la Olmeca, Tabasco prepara sus mejores galas para convertirse este fin de año en el centro de atención mundial, al encabezar la magna celebración del Programa Mundo Maya que tendrá como punto de partida la exhibición de la Estela Número 6 en donde está inscrita una fecha que marca el inicio de una nueva era para la humanidad.
Tras el anuncio oficial para promover el patrimonio cultural y humano de la región Maya que hiciera en junio de 2011 el presidente Felipe Calderón Hinojosa en cadena nacional y de manera simultánea con los gobernadores de los cinco estados del Sureste donde se asentó la civilización Maya: Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, el gobernador tabasqueño Andrés Rafael Granier Melo expresó que este proyecto representa una gran oportunidad para consolidar a la entidad como uno de los principales destinos turísticos del país.
Añadió que la humanidad volteará su mirada hacia el Mundo Maya por su magia, misterio y legado. Tabasco, dijo, es el mejor sitio para iniciar el camino por el legado de esta civilización, con servicios de primer nivel.
“Por eso los tabasqueños queremos dar la bienvenida como puerta de entrada a esta milenaria civilización, representada en nuestro territorio por las zonas arqueológicas de Pomoná (Tenosique), y de Comalcalco, construida con ladrillo de barro cocido”, señaló.
De manera particular, el gobierno estatal pretende “ofrecer y descubrir la grandeza de nuestros orígenes y tradiciones por medio de actividades gastronómicas, culturales y académicas”. Y para ello, anunció que se realizarán más de 500 actividades, como festivales de danza, música y teatro, recorridos por las zonas arqueológicas de Tabasco, reapertura de museos y modernización de la infraestructura turística.
Pero el principal atractivo será visitar en el Museo Regional de Antropología la Estela Número 6, en la que está inscrito el 21 de diciembre de 2012 como el fin de un ciclo y el inicio de una nueva era para la humanidad, según las predicciones de la civilización Maya.
En esta pieza de piedra caliza —descubierta en el sitio El Tortuguero, en el municipio de Macuspana, Tabasco— fue esculpida una inscripción en donde se indica que en el solsticio de diciembre de 2012 (aún existe una polémica sobre el día exacto, que oscila entre el 21 y el 23) el dios Bolón Yokté, quien creó el tiempo y el espacio, de acuerdo con el Chilam Balam, descenderá del cielo.
Según el calendario Maya, cada 400 años se presenta un suceso importante, denominado Bactún. Y de acuerdo con sus profecías, en diciembre de 2012, que representa el Bactún 13 (período de cinco mil 200), se presentará el inicio de una nueva etapa para el ser humano, muy alejado de las especulaciones que la marcan como el fin del mundo.
LA GRAN OPORTUNIDAD
Aunque nuestro país (junto con Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador) cuenta con innumerables sitios arqueológicos en los cinco estados del Sureste comprendidos en el Mundo Maya, el programa sólo contempla la participación de dos zonas por cada entidad: Comalcalco y Pomoná en Tabasco, Toniná y Palenque en Chiapas, Edzná y Calakmul en Campeche, Cobá y Tulum en Quintana Roo, y Uxmal y Chichén Itzá en Yucatán.
Si bien es cierto que los vestigios Mayas más importantes de Tabasco no son tan atractivos (turísticamente hablando) como las grandes urbes de los otros participantes, en esta ocasión nuestra entidad tiene todo a su favor para acaparar los reflectores que usualmente se posan sobre Chichén Itzá, Palenque, Uxmal, Tulum y Edzná.
En primer lugar, como ya se mencionó, está el “platillo principal”: la Estela Número 6 que se encuentra en el Museo Regional de Antropología e Historia, recientemente remodelado para celebrar el magno evento, y que se espera sea visitado por millones de turistas de todo el mundo.
En segundo término destaca la posición geográfica de Tabasco, considerado “puerta de entrada” al Mundo Maya; es decir, el primer estado donde hay sitios urbanísticos de esta civilización tomando como referencia el centro del país, siendo Comalcalco la ciudad Maya más occidental de Mesoamérica. Asimismo, sólo en esta entidad se encuentran vestigios de los dos pueblos más enigmáticos y ancestrales de México: los Olmecas y los Mayas.
Un tercer factor que le da un atractivo adicional a Tabasco es la zona arqueológica de Comalcalco, que es la única cuyos edificios se construyeron con ladrillos de barro cocido, a diferencia de las otras ciudades Mayas que se erigieron a base de piedra caliza.
Por último, y no menos importante, sobresale el hecho de que en las antiguas comunidades Mayas el cacao era mucho más que un simple alimento, pues tenía connotaciones místicas y económicas, al grado de que los granos de este cultivo en alguna época fueron usados como moneda. Casualmente, Tabasco y Comalcalco en particular es el principal productor de cacao en México, y también el único lugar donde hay zonas arqueológicas y haciendas cacaoteras.
Ya en 2011 Comalcalco dio muestra del enorme potencial turístico que tiene, pues por primera vez en su historia captó en un día (21 de marzo) más turistas que Palenque, al registrar una afluencia de más de cinco mil personas contra cuatro mil 500 del sitio arqueológico en Chiapas, y a lo largo del año recibió a más de 82 mil visitantes, registrando un aumento de más de 10 mil personas con respecto a 2010.
Por su parte, de acuerdo a la Dirección de Fomento Económico y Turismo del Ayuntamiento de Comalcalco, las haciendas cacaoteras “Jesús y María” y Chocolates Cacep atendieron en 2011 a 5 mil 400 visitantes, 800 más que el año anterior; la finca “Cholula” registró una afluencia de 2 mil 885 personas, con un aumento de más de 950; y la “Hacienda La Luz” fue visitada por 4 mil 400 paseantes, 680 más que en 2010.
Cuna de la cultura madre de Mesoamérica, la Olmeca, Tabasco prepara sus mejores galas para convertirse este fin de año en el centro de atención mundial, al encabezar la magna celebración del Programa Mundo Maya que tendrá como punto de partida la exhibición de la Estela Número 6 en donde está inscrita una fecha que marca el inicio de una nueva era para la humanidad.
Tras el anuncio oficial para promover el patrimonio cultural y humano de la región Maya que hiciera en junio de 2011 el presidente Felipe Calderón Hinojosa en cadena nacional y de manera simultánea con los gobernadores de los cinco estados del Sureste donde se asentó la civilización Maya: Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, el gobernador tabasqueño Andrés Rafael Granier Melo expresó que este proyecto representa una gran oportunidad para consolidar a la entidad como uno de los principales destinos turísticos del país.
Añadió que la humanidad volteará su mirada hacia el Mundo Maya por su magia, misterio y legado. Tabasco, dijo, es el mejor sitio para iniciar el camino por el legado de esta civilización, con servicios de primer nivel.
“Por eso los tabasqueños queremos dar la bienvenida como puerta de entrada a esta milenaria civilización, representada en nuestro territorio por las zonas arqueológicas de Pomoná (Tenosique), y de Comalcalco, construida con ladrillo de barro cocido”, señaló.
De manera particular, el gobierno estatal pretende “ofrecer y descubrir la grandeza de nuestros orígenes y tradiciones por medio de actividades gastronómicas, culturales y académicas”. Y para ello, anunció que se realizarán más de 500 actividades, como festivales de danza, música y teatro, recorridos por las zonas arqueológicas de Tabasco, reapertura de museos y modernización de la infraestructura turística.
Pero el principal atractivo será visitar en el Museo Regional de Antropología la Estela Número 6, en la que está inscrito el 21 de diciembre de 2012 como el fin de un ciclo y el inicio de una nueva era para la humanidad, según las predicciones de la civilización Maya.
En esta pieza de piedra caliza —descubierta en el sitio El Tortuguero, en el municipio de Macuspana, Tabasco— fue esculpida una inscripción en donde se indica que en el solsticio de diciembre de 2012 (aún existe una polémica sobre el día exacto, que oscila entre el 21 y el 23) el dios Bolón Yokté, quien creó el tiempo y el espacio, de acuerdo con el Chilam Balam, descenderá del cielo.
Según el calendario Maya, cada 400 años se presenta un suceso importante, denominado Bactún. Y de acuerdo con sus profecías, en diciembre de 2012, que representa el Bactún 13 (período de cinco mil 200), se presentará el inicio de una nueva etapa para el ser humano, muy alejado de las especulaciones que la marcan como el fin del mundo.
LA GRAN OPORTUNIDAD
Aunque nuestro país (junto con Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador) cuenta con innumerables sitios arqueológicos en los cinco estados del Sureste comprendidos en el Mundo Maya, el programa sólo contempla la participación de dos zonas por cada entidad: Comalcalco y Pomoná en Tabasco, Toniná y Palenque en Chiapas, Edzná y Calakmul en Campeche, Cobá y Tulum en Quintana Roo, y Uxmal y Chichén Itzá en Yucatán.
Si bien es cierto que los vestigios Mayas más importantes de Tabasco no son tan atractivos (turísticamente hablando) como las grandes urbes de los otros participantes, en esta ocasión nuestra entidad tiene todo a su favor para acaparar los reflectores que usualmente se posan sobre Chichén Itzá, Palenque, Uxmal, Tulum y Edzná.
En primer lugar, como ya se mencionó, está el “platillo principal”: la Estela Número 6 que se encuentra en el Museo Regional de Antropología e Historia, recientemente remodelado para celebrar el magno evento, y que se espera sea visitado por millones de turistas de todo el mundo.
En segundo término destaca la posición geográfica de Tabasco, considerado “puerta de entrada” al Mundo Maya; es decir, el primer estado donde hay sitios urbanísticos de esta civilización tomando como referencia el centro del país, siendo Comalcalco la ciudad Maya más occidental de Mesoamérica. Asimismo, sólo en esta entidad se encuentran vestigios de los dos pueblos más enigmáticos y ancestrales de México: los Olmecas y los Mayas.
Un tercer factor que le da un atractivo adicional a Tabasco es la zona arqueológica de Comalcalco, que es la única cuyos edificios se construyeron con ladrillos de barro cocido, a diferencia de las otras ciudades Mayas que se erigieron a base de piedra caliza.
Por último, y no menos importante, sobresale el hecho de que en las antiguas comunidades Mayas el cacao era mucho más que un simple alimento, pues tenía connotaciones místicas y económicas, al grado de que los granos de este cultivo en alguna época fueron usados como moneda. Casualmente, Tabasco y Comalcalco en particular es el principal productor de cacao en México, y también el único lugar donde hay zonas arqueológicas y haciendas cacaoteras.
Ya en 2011 Comalcalco dio muestra del enorme potencial turístico que tiene, pues por primera vez en su historia captó en un día (21 de marzo) más turistas que Palenque, al registrar una afluencia de más de cinco mil personas contra cuatro mil 500 del sitio arqueológico en Chiapas, y a lo largo del año recibió a más de 82 mil visitantes, registrando un aumento de más de 10 mil personas con respecto a 2010.
Por su parte, de acuerdo a la Dirección de Fomento Económico y Turismo del Ayuntamiento de Comalcalco, las haciendas cacaoteras “Jesús y María” y Chocolates Cacep atendieron en 2011 a 5 mil 400 visitantes, 800 más que el año anterior; la finca “Cholula” registró una afluencia de 2 mil 885 personas, con un aumento de más de 950; y la “Hacienda La Luz” fue visitada por 4 mil 400 paseantes, 680 más que en 2010.
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