Fracasa Calderón en combate a la pobreza
Cuando faltan solamente nueve meses para que concluya el período presidencial del panista Felipe Calderón Hinojosa, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dado a conocer recientemente revela que las políticas aplicadas por este gobierno para combatir la pobreza han fracasado, puesto que, de acuerdo con ese estudio, existen en México 52 millones de pobres, de los cuales más de la mitad son niños, por lo que “la pobreza (en nuestro país) podría tener consecuencias más duraderas que en otros países”, cita.
Con base en el Censo de Población y Vivienda 2010, realizado por el INEGI, se contaron 112 millones 336 mil 538 habitantes en México, lo que significa que un poco menos de la mitad de los mexicanos se encuentran en condiciones de pobreza.
Pero lo más lamentable que revela el informe “Perspectivas OCDE: México, reformas para el cambio”, es que el presupuesto destinado para atender las necesidades sociales de los mexicanos equivale a una tercera parte del promedio que destinan otros países integrantes del organismo. Esto quiere decir que si por ejemplo, en Brasil o Chile, el gobierno de estos países destina para el combate a la pobreza de una familia 900 pesos, el gobierno mexicano solamente emplea 300 pesos, mientras que para otros rubros no se escatiman los recursos.
El informe añade que el 20 por ciento de la población más pobre sólo recibe un 10 por ciento del apoyo destinado para combatir la pobreza a través de programas sociales como Oportunidades. La OCDE mencionó que Oportunidades, mediante el cual se realizan transferencias de efectivo a familias, a cambio de que los niños sean llevados a la escuela y a revisiones médicas, ha contribuido a aumentar las tasas de escolarización y facilitado la transición entre la educación primaria y secundaria. A la vez, ha reducido la mortalidad materna y mejorado la salud infantil, abundó.
La pobreza en México tiene su razón de ser y el tema daría para un trabajo de investigación de muchas planas, pero en síntesis la pobreza en nuestro país obedece a múltiples factores como la corrupción, el multipartidismo, la existencia de monopolios que hacen encarecer las cosas, los cacicazgos existentes en pleno siglo XXI, como el del magisterio y el del sindicato petrolero; los lastres sociales como el alcoholismo y la drogadicción, la falta de oportunidades, la incapacidad para hacer las cosas de quienes se encuentran en puestos claves, el dispendio en los tres niveles de gobierno, la inequidad, el mal reparto de la riqueza nacional, el burocratismo y algo muy importante que cita Carlos Elizondo Mayer-Serra en su libro “Por eso estamos como estamos”: echarle la culpa a los demás de lo que nos pasa y no asumir la responsabilidad para aceptar que si estamos mal es porque de alguna manera somos culpables.
México es un país rico con abundantes recursos naturales, pero con el gran contraste de tener a una población pobre. La pobreza se puede superar si se tiene voluntad de todos para hacerlo, pero ha faltado actitud para ello, la decisión para enterrarla de una vez por todas.
Con base en el Censo de Población y Vivienda 2010, realizado por el INEGI, se contaron 112 millones 336 mil 538 habitantes en México, lo que significa que un poco menos de la mitad de los mexicanos se encuentran en condiciones de pobreza.
Pero lo más lamentable que revela el informe “Perspectivas OCDE: México, reformas para el cambio”, es que el presupuesto destinado para atender las necesidades sociales de los mexicanos equivale a una tercera parte del promedio que destinan otros países integrantes del organismo. Esto quiere decir que si por ejemplo, en Brasil o Chile, el gobierno de estos países destina para el combate a la pobreza de una familia 900 pesos, el gobierno mexicano solamente emplea 300 pesos, mientras que para otros rubros no se escatiman los recursos.
El informe añade que el 20 por ciento de la población más pobre sólo recibe un 10 por ciento del apoyo destinado para combatir la pobreza a través de programas sociales como Oportunidades. La OCDE mencionó que Oportunidades, mediante el cual se realizan transferencias de efectivo a familias, a cambio de que los niños sean llevados a la escuela y a revisiones médicas, ha contribuido a aumentar las tasas de escolarización y facilitado la transición entre la educación primaria y secundaria. A la vez, ha reducido la mortalidad materna y mejorado la salud infantil, abundó.
La pobreza en México tiene su razón de ser y el tema daría para un trabajo de investigación de muchas planas, pero en síntesis la pobreza en nuestro país obedece a múltiples factores como la corrupción, el multipartidismo, la existencia de monopolios que hacen encarecer las cosas, los cacicazgos existentes en pleno siglo XXI, como el del magisterio y el del sindicato petrolero; los lastres sociales como el alcoholismo y la drogadicción, la falta de oportunidades, la incapacidad para hacer las cosas de quienes se encuentran en puestos claves, el dispendio en los tres niveles de gobierno, la inequidad, el mal reparto de la riqueza nacional, el burocratismo y algo muy importante que cita Carlos Elizondo Mayer-Serra en su libro “Por eso estamos como estamos”: echarle la culpa a los demás de lo que nos pasa y no asumir la responsabilidad para aceptar que si estamos mal es porque de alguna manera somos culpables.
México es un país rico con abundantes recursos naturales, pero con el gran contraste de tener a una población pobre. La pobreza se puede superar si se tiene voluntad de todos para hacerlo, pero ha faltado actitud para ello, la decisión para enterrarla de una vez por todas.
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