Erwin Macario
Los integrantes de su gabinete, legal
y ampliado, así como los propios
presidentes municipales —del
PRD y del PRI— fueron los primeros
que de su propia voz escucharon que
Arturo Núñez no está dispuesto a man-
tener fallas en su gobierno. Ni siquiera
en los nombramientos que han expedidos aquellos en los que el gobernador
ha delegado funciones.
Lo mismo revelaría a su amigo Andrés
Manuel López Obrador, lo que dio pie
a que éste aprovechara para llevar agua
a su molino de Morena y declarara su
confianza en que Núñez Jiménez “va a
actuar con rectitud y honestidad” y en
el caso de errores que se han cometido
en algunas dependencias al nombrar a
gente presuntamente involucrada en los
actos de corrupción del pasado gobierno, el mandatario estatal “lo va a corregir”.
Ante tabasqueños convocados en su
municipio natal, Macuspana, para
constituir el comité municipal del Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena), el presidente de su Consejo
Nacional reiteró que conoce bien a Arturo Núñez, le tiene confianza, sabe que
es una gente honesta “y no va a ser igual,
se los aseguro, va haber un gobierno
honesto”. Esto en referencia a la serie
de irregularidades y presuntos actos de
desvío o robo de recursos públicos en la
pasada administración gubernamental
y la forma en que se integró el gabinete
del gobernador Granier. El líder de Morena había externado, en su twitter, esa
confianza el mismo día que ANJ asumió
el poder.
Núñez y AMLO sostuvieron anteayer
una reunión privada en la que se puso
de manifiesto la congruencia del gobernante en el sentido de avalar con hechos
el discurso de toma de posesión como
gobernador de Tabasco en el caso de
que los que hayan agraviado al pueblo
tabasqueño no disfrutarán en libertad el
producto de su ratería, así como mantener en su sexenio una política contra la
corrupción y la impunidad, así como de
servicio a la gente.
En esta columna se ha señalado que el
equipo designado por Núñez, así como
los nombramientos que se han dado por
esos funcionarios en sus áreas administrativas, formaban parte de un gabinete
y un equipo de arranque. Así ha sucedido siempre. Independientemente que
en su integración se haya recurrido a la
práctica de escoger a los funcionarios
de los círculos cercanos al gobernador,
entre ellos los grupos que le ayudaron
a él como candidato al Gobierno, y al
PRD, para lograr el triunfo en los comicios del 1 de julio del año pasado.
En realidad, si bien ha habido rumores
contra el ingreso en algunas áreas administrativas de políticos cuyo pasado no
les beneficia, la gran mayoría de los tabasqueños que le dieron el voto a Núñez
Jiménez confía en que hará los cambios
necesarios.
El tiempo irá decantando el servicio público en esta entidad. Hasta en el caso
de funcionarios públicos que han llegado por el voto ciudadano, como sucede
con mi paisano Carlos Alberto Vega Celorio, a quien el propio Andrés Granier
buscó impunidad al hacerlo presidente
municipal de Tenosique y, así, con ese
fuero, salvarlo de la responsabilidad penal en que haya podido caer como uno
de los principales administradores de
los recursos públicos en el gobierno estatal anterior, en su calidad de subsecretario de Administración de la Secretaría
de Administración y Finanzas del gobierno granierista, una especie de oficial
mayor, es decir, responsable de la mayo-
ría de los compras en ese gobierno.
La mayoría de los diarios locales traje-
ron ayer la noticia que se analizará la
solicitud de juicio político contra el hijo
del escritor que firmaba con el seudónimo de Pablo Montañez.
Contra Vega Celorio existe en el Congreso del Estado, una demanda de juicio político promovido por un grupo de
ciudadanos, según reveló la presidenta
de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, diputada Rosalinda López Hernández, quien encabezó
por parte del gobernador Núñez las
acciones de entrega recepción entre el
gobierno de Granier y el del perredista Núñez, lo que la hace conocedora de
muchas de las irregularidades en el manejo de las finanzas del pasado régimen.
En los corrillos políticos se dice que
muchos de los que fueron incorporados
al gobierno nuñista a pesar de que hay
contra ellos sospechas de corrupción,
forman parte de un grupo de “testigos
protegidos” y que una vez que despepiten dónde está el dinero desaparecido se
irán a la calle, sino es que también a la
cárcel junto con quienes sean culpables
de corrupción, que por cierto es muy
difícil de probar pues se dice que el desvío de los dineros públicos hacia bolsas
personales se hizo mediante facturas
y documentación contable, principalmente en insumos que por esa calidad
no pueden ser localizadas. Aunque la
riqueza inexplicable de muchos de los
principales funcionarios de Granier y
del propio ex gobernante sea un insulto a los tabasqueños, que podrían ver-
se burlados si no se actúa con cuidado
para someterlos a la ley.
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