Editorial

La esperanza nuñista de un cambio amoroso 

Para la mayoría de los tabasqueños, don Arturo Núñez Jiménez, representa la esperanza para sacar adelante a Tabasco, de la grave crisis económica en la que se encuentra actualmente, derivada de la mala administración gubernamental de su antecesor Andrés Graniel Melo. Esa esperanza que vislumbraron en él, miles de personas de la entidad, no solamente de los partidos de oposición coaligados, sino de los mismos priístas que, cansados de ser excluidos por su propio partido político para las tareas partidistas, candidaturas y en la pasada campaña política, y muchos otros, al no ser tomados en cuenta en los programas sociales del entonces gobierno en turno, decidieron emitir su voto útil por quien veían como el más viable y el más preparado y con mayor experiencia para ocupar el cargo de gobernador de Tabasco y que resultó ser el ex –subsecretario de gobernación. Con el slogan de campaña “Por amor a Tabasco”, con su propia investidura como político profesional que se ha ganado a través de los diversos cargos que ha ocupado tanto a nivel federal como estatal y con la coyuntura que representaba el mal gobierno granierista, Arturo Núñez Jiménez, ganó por amplio margen las elecciones del primero de julio del año pasado y en consecuencia, hoy es el gobernador de la entidad. Pero como “del dicho al hecho hay mucho trecho” y que “no es lo mismo ver los toros desde la barrera, que estar dentro de ella”, ahora le corresponde a este nuevo gobierno ser congruente con lo anunciado y con lo dicho en campaña. Implica que si en verdad predicaron que harán las cosas con amor, se tiene que reflejar en acciones llenas de este sentimiento y lo tienen que hacer para todos, sin distinguir colores partidistas, condiciones sociales ni ningún otro status, sino que, los beneficios tendrán que llegar para todos. Porque no se puede hablar de amor y actuar con odio, con represalias, revanchismos, mucho menos de manera sectaria a como ya lo están haciendo varios de los cercanos colaboradores del mandatario en turno. Este gobierno por el planteamiento de campaña con el que se presentó, tiene tintes religiosos, porque la esencia del amor en sí es Dios mismo, porque Dios es amor, se cita en la biblia y tal vez muchos de los integrantes del gabinete nuñista, sumergidos en su preparación técnica o científica, desconozcan esta doctrina que precisamente fue diseñada para ser comprendida por las personas sencillas, por los mansos y humildes de corazón. Y entonces ¿qué se espera del gobernador Arturo Núñez Jiménez y de sus colaboradores?, simple y sencillamente que cumplan y que actúen con amor; y ¿cómo sería este actuar?, a como lo dice la Palabra de Dios en la primera carta de San Pablo a los Corintios, capitulo 13: “Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. 

2. Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. 

3. Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. .

4. El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. 

5. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. 

6. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. 

7. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. 

8. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Y esto se traduce: Aunque yo sea gobernador o funcionario de primer nivel, si no tengo amor, nada soy”. Con estos antecedentes y en un Tabasco con ciudadanos bastante politizados, donde la alternancia en el poder ha llegado y donde la oposición, en este caso el PRI, estará al pendiente de todos y cada uno de los movimientos de quienes hoy despachan en el palacio de gobierno, la actuación de quienes hoy gobiernan estará en la mira de todos y dependerá de ello, que los ciudadanos les refrenden su apoyo o dentro de seis años, se lo retiren y se lo devuelvan al tricolor o a otra opción más.