2012, el año del pueblo
Y llegó el tan esperado 2012, año clave para miles de mexicanos que a través de su voto decidirán el destino de nuestro país para los próximos seis años, en los comicios para elegir al próximo presidente de la República. Dice el dicho que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” y llegó la oportunidad para que los ciudadanos diseñen la arquitectura del futuro que les espera de aquí al 2018.
Esta es la mejor oportunidad que tenemos los mexicanos de calificar a nuestros gobernantes en turno, de premiarlos si es que hicieron las cosas bien, o de castigarlos si su actuar en el quehacer gubernamental no fue bueno. El 1 de julio será el momento histórico de decidir por un mejor status de vida para las familias y las próximas generaciones, o de continuar con más de lo mismo.
Es 2012 el año en que, de acuerdo con las profecías mayas, se acabará el mundo, aunque en realidad lo que se va a acabar es el sexenio de Felipe Calderón y podría iniciar un periodo de esperanza para todos los mexicanos.
En este año habrán de elegirse también senadores, diputados federales, gobernadores en siete estados de la república: Guanajuato, Jalisco y Morelos gobernados por panistas; Tabasco y Yucatán, por el PRI; Chiapas es multipartidista y el Distrito Federal, gobernado por el PRD; presidentes municipales y diputados locales.
Puede ser este un año de cambio. La ciudadanía, previo a las elecciones, hace su análisis y se da cuenta de los grandes problemas que padece el país, como el de la inseguridad, el desempleo, las condiciones de extrema pobreza que no mejoran y que ahora con el caso de los indígenas Rarámuris de Chihuahua resurge de manera vergonzosa, mientras que se siguen teniendo a ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.
Es por ello que esa “arma” que todos los mexicanos con credencial de elector tendremos por unos instantes en las urnas el domingo 1 de julio, debe ser muy bien utilizada por todos y cada uno de los ciudadanos, obligados a evaluar, juzgar a los actuales gobernantes y premiarlos o castigarlos junto con los partidos políticos a los que pertenecen.
Los vientos de democracia siguen soplando en Latinoamérica y en el mundo, los pueblos que han sufrido en otras naciones ahora optan por el cambio y México no puede ni debe quedarse rezagado, en espera de un milagro cuando esa responsabilidad es de los votantes.
Seguramente en este proceso electoral surgirán de nueva cuenta los vivales que no han hecho las cosas bien y no quieren dejar el poder, que saldrán con verdaderos botines del erario a tratar de comprar las conciencias de la gente más necesitada, por ello es importante que el ciudadano se dé cuenta que siempre ha sido víctima de esas mafias.
2012 podría ser un año histórico. El futuro está en nuestras manos, sólo falta que cumplamos bien la tarea de elegir a los mejores hombres y mujeres que tendrán la responsabilidad de construir nuestro destino y el de nuestros hijos.
Esta es la mejor oportunidad que tenemos los mexicanos de calificar a nuestros gobernantes en turno, de premiarlos si es que hicieron las cosas bien, o de castigarlos si su actuar en el quehacer gubernamental no fue bueno. El 1 de julio será el momento histórico de decidir por un mejor status de vida para las familias y las próximas generaciones, o de continuar con más de lo mismo.
Es 2012 el año en que, de acuerdo con las profecías mayas, se acabará el mundo, aunque en realidad lo que se va a acabar es el sexenio de Felipe Calderón y podría iniciar un periodo de esperanza para todos los mexicanos.
En este año habrán de elegirse también senadores, diputados federales, gobernadores en siete estados de la república: Guanajuato, Jalisco y Morelos gobernados por panistas; Tabasco y Yucatán, por el PRI; Chiapas es multipartidista y el Distrito Federal, gobernado por el PRD; presidentes municipales y diputados locales.
Puede ser este un año de cambio. La ciudadanía, previo a las elecciones, hace su análisis y se da cuenta de los grandes problemas que padece el país, como el de la inseguridad, el desempleo, las condiciones de extrema pobreza que no mejoran y que ahora con el caso de los indígenas Rarámuris de Chihuahua resurge de manera vergonzosa, mientras que se siguen teniendo a ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.
Es por ello que esa “arma” que todos los mexicanos con credencial de elector tendremos por unos instantes en las urnas el domingo 1 de julio, debe ser muy bien utilizada por todos y cada uno de los ciudadanos, obligados a evaluar, juzgar a los actuales gobernantes y premiarlos o castigarlos junto con los partidos políticos a los que pertenecen.
Los vientos de democracia siguen soplando en Latinoamérica y en el mundo, los pueblos que han sufrido en otras naciones ahora optan por el cambio y México no puede ni debe quedarse rezagado, en espera de un milagro cuando esa responsabilidad es de los votantes.
Seguramente en este proceso electoral surgirán de nueva cuenta los vivales que no han hecho las cosas bien y no quieren dejar el poder, que saldrán con verdaderos botines del erario a tratar de comprar las conciencias de la gente más necesitada, por ello es importante que el ciudadano se dé cuenta que siempre ha sido víctima de esas mafias.
2012 podría ser un año histórico. El futuro está en nuestras manos, sólo falta que cumplamos bien la tarea de elegir a los mejores hombres y mujeres que tendrán la responsabilidad de construir nuestro destino y el de nuestros hijos.
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